Me resulta complicado llamarte con una sola palabra, y no me refiero a tu nombre. Me da pena tener que limitarte a ser solo algo, sin embargo te elegí por ser libre y así te voy a querer siempre. Como un horizonte, mi horizonte. Al que cada día intento llegar, al que no me canso de mirar. Con el que comparto la mayor parte del tiempo, a la distancia pero demasiado cerca a la vez. Infinito, así sos vos y así es el amor que te tengo. Sin formato, ni límites. Te elegí, aprendí a quererte más allá del modelo y hoy, como siempre, no te puedo besar ni acariciar pero se que por más efímero que parecía, y por más raro que suene, siempre estuviste y vas a estar, mirándome. Siguiendo mis pasos e impulsándome a querer siempre llegar a vos y todavía no te alcancé pero estoy segura de que algún día lo voy a lograr. Te prometo que nos vamos a volver a encontrar.